¿Qué hacer cuando vemos personas a nuestro entorno estar mal y queremos ayudarles? ¿Cómo abordar la depresión de nuestros seres queridos? ¿Cómo ayudar a tu pareja en depresión?
La depresión
En otro artículo abordamos más a fondo el qué implicaba la depresión en términos conductuales. Volviendo a reintroducir el tema, podemos ver como, en personas de nuestro entorno, ocurren eventos vitales importantes o desgaste del tiempo, que acaban precipitando sentimientos de apatía, abulia, tristeza, desgana… y que se retroalimentan con patrones de conducta diversos: desde dormir demasiadas horas, a trabajar demasiado, dejar de hacer cosas valiosas, perder el interés por hacer cosas o aislarse.
En cualquier caso el patrón conductual que se pone en marcha en una situación depresiva donde las personas están (Pérez-Álvarez, 2015), tiene inminentes consecuencias para su entorno, especialmente en sus relaciones más íntimas y cercanas.
Éstas pueden verse azotadas, así como sin quererlo, ser mantenedoras de algunas variables que sostienen la situación depresiva.
¿Cómo ayudo a mi pareja “si no se deja ayudar” ?
Esta situación puede llegar a ser muy frustrante para el entorno de la persona afectada, que se sienten abrumadas por ver cómo un ser querido está mal y no pueden hacer nada para ayudarle. Realmente, sí que pueden hacer algo, aunque a veces lo que intentan, no es lo que la persona necesita. Veamos algunas estrategias que pueden no ser las mejores.
Consolar con “frases-hechas-paliativas”
“Todo pasa”, “La vida son dos días”, “Si quieres, puedes” “Si lo puedes soñar, lo puedes lograr”.
La comunidad verbal nos enseña a pailar el dolor con frases que minimicen o amortigüen la tristeza, de alguna, “quitándole importancia” para que parezca, tal vez, que “duele menos”.
En este punto, puede ocurrir que la persona inmersa en una situación depresiva sienta más incomprensión y desconsuelo, que abrigo y validación.
Minimizar importancia de lo sucedido
“¿En serio vas a estar triste por eso?” “Yo si fuera tú no me pondría así” “Estás triste por tonterías”.
Una vez más, quizás las personas del entorno intentan “hacer ver a su manera” que eso que les pasa no es tan importante como para ponerse triste. Es como si tuviéramos que hacer la reanimación cardiopulmonar de la tristeza en seguida porque se nos va la persona: ¡ponte alegre ya por favor, vuelve con nosotros!
Lamentablemente, no suele funcionar así. Es más, en ocasiones estas frases tienen un efecto paradójico, como pasa con el “¡Tranquilízate!” cuando alguien está nervioso: no suelen tener un buen resultado.
Poner tu historia de ejemplo
“Pues yo cuando lo pasé mal hice…” “¿sabes que yo una vez…”
Las personas en el intento de empatizar y hacer entender a las personas que las entienden, a veces utilizan ejemplos de superación propios o cercanos para validar la experiencia. Pero al igual que arriba, también pueden ofrecer un efecto paradójico: hacer sentir a la persona que mira cómo X hizo esto y lo superó y tú NO.
Podría culpabilizar más, si cabe, la situación de la persona.
Sobreproteger el sufrimiento
Es natural querer amortiguar el dolor de los que nos importan, querer hacer por ellos más en estados de tristeza, quitarles trabajo, ponerles la situación más fácil pero… ¿puede esto estar favoreciendo más evitación? ¿Son precisamente la incorporación a las actividades cotidianas abandonadas, el primer paso para revertir la des-activación conductual? ¿Ayudamos o desayudamos? Una vez más, depende de cada caso, entender qué está ocurriendo, y cómo se puede ayudar, sin sobreproteger en exceso a las personas.
Estar ahí también puede ayudar
A veces las personas pueden ayudar solo con “estar ahí”, “sostener el sufrimiento”, “escuchar” y hacer notar que el sufrimiento experimentado es legítimo y válido. Sin necesidad de consejos adicionales.
Que el entorno social más íntimo de la persona valide el sufrimiento es un factor protector de ayuda para las situaciones en depresión.
El contexto relacional de las personas (familia, amigos, pareja) juega un papel fundamental como tejido social que envuelve a las personas en cualquier tipo de problema.
Dejarlo solo/a porque dice que quiere estar solo/a
“Mi pareja en depresión dice que quiere estar solo/a, le dejo solo/a y se enfada…, no sé qué hacer, es desesperante…”.
Cómo podemos ver, a veces ni las personas con problemas se aclaran, ni el entorno, ni la comprensión de los hechos. Y el entorno se ve sobrepasado por los intentos de ayudar y como en su lugar, recibe “mordidas-malas-respuestas“, “aislamiento” o “mutismo”.
Cada situación es un diferente, pero cuando entramos en este tipo de dinámicas, podría ser beneficioso elegir un momento adecuado para expresar, cómo esta situación también está afectando a la relación, y que no es nada fácil bregar con este tipo de contextos.
Visibilizar que las conductas tienen un impacto y que el entorno, con afecto, sepa hacerlo entender, puede llegar a ser beneficioso (en algunas situaciones, otras no) para no reforzar conductas de aislamiento y repliegamiento en uno/a mismo…
Pero en cualquier caso, es probable que la mejor solución para que no se carguen excesivos problemas a los familiares/amigos/parejas es que… : la persona en depresión busque ayuda profesional.
Si te puedo ayudar, escribe a hola@lauragares.com
Un abrazo,